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Blog: Cuentos

Le Panthéon ! 1
jueves 29 nov 2012 00:34
Ya lo había subido eh. Corregí algo del tamaño de las letras que no se por qué se veían mal. Saludos,

Tom
Nivel Pirámide: 1 79
jueves 29 nov 2012 23:37
wow simplemente WOW jamas crei que con algun par de retoques de un experto como tu Tom iba a quedar tan fabuloso simplemente me encanto :lol: :D
Le Panthéon ! 1
viernes 30 nov 2012 01:13
No seas exagerado :) . Prácticamente no lo he modificado, así que todo el gran trabajo lo has hecho tú. Igual me alegra que te haya gustado. Saludos,

Tom
Nivel Pirámide: 1 79
viernes 30 nov 2012 21:54
bueno pues gracias aunque sinceramente con tus modificaciones ha quedado mucho mejor
Nivel Pirámide: 1 41
sábado 07 jun 2014 17:05
Lo primero, siento revivir un tema antiguo.

Lo segundo, me he presentado a un concurso de relatos cortos, y quería compartirlo con vosotros. Lo publico aquí porque me basé en estos cuentos, en la idea de tardar dos minutos en narrar algo que ocurre en un instante. Espero que os guste.

¿Arte?

Admiro por última vez el fruto de mi esfuerzo. Antes de darle el último adiós, pienso en cuando era una simple idea, una sinapsis neuronal entre millones, y en cómo pronto se convirtió en una imperante necesidad, casi como respirar. Ha sido un proyecto muy personal, que no compartiré con nadie. De todas formas, no creo que nadie sepa apreciar la obra más allá de la capa exterior. No verán el significado interno, la belleza que reside en la complejidad presente en cada una de sus moléculas. Pero no puedo evitar entristecerme al pensar que semejante obra, la que ha conllevado tanto esfuerzo, la que plasma a la perfección mis impresiones sobre la vida, el mundo, y todo, será irremisiblemente perdida en pocos minutos. No tardará en desaparecer, perdiéndose entre millones. Por unos absurdos instantes me planteo el tratar de inmortalizarla de algún modo. ¿Una fotografía? Es una idea estúpida. No se puede captar en una imagen una oda a los sentidos, una poesía para la vista, pero también para el tacto, olfato y gusto. Ni siquiera un video sería suficiente. Podría intentar sacarla de su lugar, aún arriesgándome a que perdiese parte de su lógica, para tratar de enseñársela al mundo. Pero no puedo. Nadie podrá entender jamás su significado. Sé lo que pensaría la gente, cegada por sus propias estructuras preconcebidas y prejuicios. -“Eso no es arte”-me dirán, sin duda- “Es una mierda”. Y, casi al borde de las lágrimas, pienso, mientras tiro de la cadena y la veo alejarse, en que llevan razón.

Por cierto, si quieres publicarlo en el blog y/o modificarlo, eres libre de hacerlo :)
Le Panthéon ! 1
domingo 08 jun 2014 06:39
Esta muy bueno :wink: . Tengo que admitir que no me esperaba nada muy copado, pero me ha gustado mucho xD. Lo subiría al blog si siguiera activo XD. Sigue escribiendo, y compartiendo, que al menos yo estaré para leerlo. Nuevamente, muy buen trabajo ;) Saludos,

Tom
Nivel Pirámide: 1 41
lunes 09 jun 2014 16:28
¡Muchísimas gracias! De verdad, muchas gracias. De todas formas, no tienes por que darlas, tu fuiste mi inspiración :)

Quizás empiece un blog con algunos cuentos sueltos que tengo. Probablemente.
Le Panthéon ! 1
martes 10 jun 2014 03:55
jajaja gracias :D . Y si haces un blog, comparte el link! ;)
Nivel Pirámide: 1 41
jueves 19 jun 2014 16:45
Magia con un boli

Al final si que he creado un blog :) Si os preguntais el porqué de ese nombre, lo sabreis en unos días. :wink:
Le Panthéon ! 1
jueves 19 jun 2014 23:37
El último final

¿Crees en el destino?
Sendas que se cruzan, una y otra vez, serpenteando un invisible camino. Sendas que van en sentido contrario, y al mismo tiempo apuntan al mismo lugar. Cierras los ojos y lo sientes. No es momento de quedarse quieto. Saltas sobre huellas que se desvanecen en cuanto caes sobre ellas, como nubes que se desvanecen en el aire en tan sólo un instante. Pero aún no deben encontrarse. No, todavía no es el momento. Espera.
Te frenas en aquel camino de piedras que antaño ya habías recorrido, pero que nunca llegarás a recordar. Te apoyas sobre tus muslos con tus manos, y rebotas en cada respiración. Tu corazón late furioso, ardientemente, alimentado no sólo por la agitación, sino también por un combustible que tu mente no conoce, pero que se encuentra en ti desde hace demasiado tiempo atrás.
Y el tiempo realmente tiene su propio camino. Algunos erróneamente creen que es lineal, pero claramente no lo es. Es en cambio circular, y avanza en ambas direcciones, como dos serpientes que buscan atraparse mutuamente. El pasado persigue al futuro, y el futuro acecha al pasado. Y sólo cuando ambas atrapen a su presa, todo cobrará sentido. ¿Será hoy el día en que conseguirás la última pieza del rompecabezas?
Decides reanudar la marcha. Comienzas caminando, pero prontamente tus pasos se van estirando, en un crescendo perfectamente trazado. El aire se alborota envidiosamente sobre tu espalda, y se resiste a abrirte el camino. En cambio, aquellas fieles hojas rendidas en el camino te acompañan con esperanza, creyendo que también lo encontrarán. Y lo harán. Algunas ya lo hacen, otras nuevamente se rendirán y negando en el aire volverán a dormirse sobre la tierra, sin darse cuenta que han avanzado, y que tarde o temprano, con uno o cientos de otros inquietos viajeros, también lograrán alcanzarlo. Y si sólo te detuvieras aquel rato que no te permites para observarlas delicadamente, comprenderías que esa es la forma de lograrlo; paso a paso, con una dolorosa paciencia, pues el no tenerla, podrá costarte muchas vidas.
Impacientemente corres hacia ella. Impacientemente te derrumbas en un laberinto de dudas. ¿Podrás reconocerla? ¿Realmente existe? Sabes cuál es su perfume. Sabes cuánto brillan sus ojos. Sabes cómo resplandece su dorado cabello bajo el sol. Sabes que sus labios saben a fresas de un joven verano. ¿Realmente sabes todo eso, o tu enredada mente inventó todo siniestramente? Como un castillo de arena arrebatado por una ola, te ablandas sobre el camino. Pierdes fuerza, y te detienes una vez más.
Miras a tu alrededor. Un bosque de cuentos enmudecido. Un silencio plano y profundo. Mientes, puedes escuchar el llanto de las hojas al ser atormentadas por el viento. Por lo tanto, aquel violento silencio está sólo cubierto por una fina capa de polvo. Pero no tardas en oír el canto de pájaros, cuya presencia sólo se hace visible sonoramente. Por lo tanto, imaginas al silencio como un oscuro recuerdo escondido en un cajón cerrado bajo llave. ¿Por qué te hace temer tanto el silencio? Muy simple, porque el único hilo que hoy los une, es una melodía que trasciende la existencia. Aquella savia tangiblemente intangible que alimenta el infinito árbol de la historia. Y entonces, tu mente perdida en tus propios pensamientos oye al pasto mecerse suavemente, los vibrantes movimientos de animales terrestres, al viento mismo. Poco a poco te permites escuchar los distintos instrumentos que componen esta arcaica melodía. Quizás algún día te des cuenta que el silencio, no es más que el papel que hace de partitura. Indispensable para que todo pueda quedar escrito, y lo ya grabado en él pueda ser reproducido, y que jamás podrá callar a la melodía, sino todo lo contrario. Pero no es momento para pensar en ello.
No tardas en volver a reanudar tu búsqueda ni bien aquella natural melodía te devuelve las esperanzas. Corres hacia ella. ¿Corre ella también hacia ti? La respuesta es que sí, pero no lo sabes, ni habría razón para que lo supieras. Ambos se apresuran y suben dos escaleras que se enroscan mutuamente en forma de espiral, una invertida respecto de la otra, pareciendo desde la opuesta que esta desafía la gravedad. Porque así funciona el tiempo, un reloj de mecanismos y engranajes sin sentido. Y sin embargo, ambas en algún momento se encuentran.
Las pequeñas piedras que componen el camino vuelan violentamente por el aire, sacudidas y desenterradas por tu ágil marcha. Y junto con ellas se desentierra aquella dulce melodía que los une, nota por nota. Sientes su presencia como un acorde que se construye sigilosamente. Con mucho cuidado, el mismo que tendrás cuando escojas aquel fiel círculo que los unirá una vez más eternamente, construyes lo que recuerdas de ella. Como gotas que brotan de un suelo que esconde debajo un manantial, surgen sentimientos e imágenes de ella. Y no entiendes, pero no gastas tu tiempo en entender, cómo es que los tienes, si nunca se han conocido antes.
¿Crees en el destino? Pues deberías, es allí donde se encuentra la respuesta. Es en él donde se puede ver cómo lentamente ambos zigzagueantes caminos se fueron trazando y cruzándose poco a poco, durante tantos años de historia, durante tantas vidas que cobrarán sentido prontamente.
Sí, estás cerca. Pero aún debes esperar un poco más. Sólo un poco. Debes tener un último destello de paciencia, sin ella, lo perderás todo. Debes recordar de lo que aún no sucedió, que a pesar de que corren en sentido contrario y en el mismo bosque, están separados por una inesperada distancia, y será gracias a tu paciencia que decidirás enlentecer tu marcha, y así cuando ella recorra la siniestra arboleda que los separa, puedan encontrarse, en lugar de quedar detrás de tu espalda, detrás de tus esperanzas.
Respira, frena el paso. Consigue el final merecido de este cuento mágico que hace tanto tiempo lleva escribiéndose. Canta, y hazlo fuerte. Quizás ella logre escucharte, y así, facilitar el encuentro. Pero si no enlenteces tu marcha, aquella última hoja del libro arderá, y quizás sólo pueda reescribirse de las cenizas que queden muchas vidas después, o incluso quizás nunca se lo logre. Haz que todo lo aprendido en tu pasado no haya sido en vano.
Cierras una vez más los ojos. Una sabia voz te aconseja respirar, frenar el paso. Está en ti hacerle caso, y ganar a la ansiedad. ¿Pero por qué sugiere eso? ¿No la perderás si no te apresuras? Ella te responde que no, pero su respuesta firme como la roca hace sospechar que en realidad sólo esconde en su interior un vacío aterrador.
Es entonces cuando te da un último consejo. La voz, que no es más que una conciencia tejida durante incontables años, te regala la idea de cantar. Y sin dudarlo, la tomas con aprecio.
Una dulce pero segura voz ondea y se esparce entre las densas copas de los árboles. Escapa por los pequeños agujeros que estas tienen, y se ensancha por encima de ellas ferozmente. Sin saberlo, cantas la misma canción que ella cantó la primera vez que la viste. Tu voz se enreda como una joven planta en la ya existente melodía que teje la misma naturaleza. Y para incluso tu propia sorpresa, se amolda, y observas las nuevas armonías que surgen de la idílica combinación. Sientes en el aire que escapa tus pulmones el perfume de jazmines que se genera inexplicablemente al juntar ambas melodías. Aquel primer aroma que ella sintió al verte a ti, al obsequiarle aquel racimo de flores nevadas.
Sin darte cuenta, sonríes. Tu corazón se precipita. Todo tu cuerpo se estremece de la emoción. No son dos melodías, son tres. Ella compone la tercera. Aquella voz que faltaba en la milagrosa canción. Y no hay adjetivo que se ajuste mejor, pues realmente es el milagro de la vida, del amor.
Incluso el viento en su emotivo llanto se humedece y se entibia, dejando de ser aquel soplido seco y cortante. Cambia de sentido, y te empuja hacia ella, y empuja a ella hacia ti. Ha llegado el momento.
Y es entonces, cuando finalmente el pasado atrapa al futuro, y el futuro al pasado. Ambas serpientes se muerden mutuamente cerrando el eterno círculo. La última pieza del rompecabezas, devela el significado del mismo. Encuentras a tu destino, la encuentras a ella. Y ambos, se unen en un eterno abrazo de amor.

Este es el último cuento que escribí ^^ . Si quieres subirlo, puedes, sino deja xD
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