
Ese iba a ser el problema que pondría en vez del mundo y el ciego, si lo encontraba.
Debemos vaciar los dos relojes de arena. Cuando se termine de vaciar el de 5, quedará tres minutos todavía al de 8. Le damos la vuelta al de 5 inmediatamente, con lo que cuando termine el de 8, es decir, cuando hayan pasado 8 minutos, habrán transcurrido tres en el de 5, por lo que, inmediatamente le damos vuelta al de 5 para que termine dentro de tres minutos, que sumados a los 8 minutos medidos en el reloj de 8, son los 11 minutos que se pretendían medir.